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¿Cómo empezar una empresa sin capital y evitar el fracaso en los primeros años de su funcionamiento?


A la hora de empezar nuestro propio emprendimiento, un momento soñado por muchas personas, es necesario prestar atención a detalles que, si son ignorados, pueden tirar todo por la borda. Comenzar una empresa sin capital es mucho más común de lo que se suele creer y requiere trabajo, paciencia y una mirada estratégica para los negocios. En la siguiente nota, te comentamos todo lo que debes saber sobre emprendimientos nuevos y qué hacer para evitar el fracaso en los primeros años de su fundación.

Los trabajos monótonos suelen producir un estado de desánimo generalizado, afectando nuestra salud y hasta nuestro rendimiento laboral. Diversos estudios al respecto recomiendan a las empresas innovar en su ambiente laboral para evitar que esto suceda, pero al día de hoy son muy pocas las compañías que les prestan la atención merecida a sus empleados. Ahora bien, no hay mal que por bien no venga y este tipo de trabajos monótonos son unas de las principales causas por las que cientos y cientos de personas deciden lanzarse a crear su propia empresa, dando lugar de esa manera a sus sueños y preferencias personales.

Comenzar una empresa sin capital o con muy poco dinero no es imposible, por más que nuestros prejuicios nos hagan creer lo contrario. Se necesita paciencia, esfuerzo y una sólida convicción en nuestro propio trabajo, ya que si ni siquiera nosotros creemos en lo que somos capaces, nadie lo hará. A continuación, te comentaremos cómo empezar desde cero tu propio emprendimiento sin temor al fracaso inicial que la mayoría de las firmas sufren en sus primeros años de vida. Ten en cuenta, siempre, que los detalles son fundamentales para determinar el futuro exitoso o no de una compañía, sin importar el rubro del que se trate.

Analiza y valora tus propios conocimientos

Tras años de trabajar en relación de dependencia, es difícil pensarnos en nuestros propios jefes, pero como con la mayoría de las cuestiones de la vida, un cambio de actitud es la clave. Por un lado, todos tenemos nuestras habilidades particulares, las cuales nos hacen distintos a los demás. En el caso de comenzar una empresa desde cero, se trata de qué tipos de conocimientos hemos adquirido durante nuestra vida, qué clase de tecnología sabemos manejar con facilidad, cuáles son los procesos de fabricación necesarios para obtener un producto final o qué mecanismos de venta son los mejores para cautivar al público.

Esto que puede parecer un impedimento para alguien sin experiencia, no lo es. Por ejemplo, si llevas ya trabajando desde hace 15 o años en el mismo sector de una empresa, difícilmente haya gente que sepa más sobre esa materia que tú. Un ejercicio recomendado por distintos especialistas, es sentarse y pensar en frío qué es lo que sabes hacer con facilidad, casi de manera automática. No te preocupes por su poco o mucho valor de mercado. Recuerda, primero tú mismo tienes que creer en tus capacidades.

Ten en cuenta tus áreas de interés y tus gustos

Una vez que has reconocido tus fortalezas y conocimientos, llega el segundo paso que no es menor: saber cuáles son tus gustos y qué es lo que te apasiona en la vida. Si puedes mezclar esos factores con tu propio trabajo, serás un verdadero afortunado. Llegando a un momento de madurez en tu vida luego de tantos años de trabajo, este punto de inflexión te ayudará a cambiar los días monótonos que muchas veces te hicieron preguntarte por qué tenías que levantarte tan temprano todas las mañanas y por qué realizabas esa clase de tareas. Al igual que el punto anterior, esto debes pensarlo bien, ya que a partir de este momento no podrás echarle la culpa a nadie más que a ti mismo.

Analiza el mercado

Ahora que te conoces mejor y reconoces tus habilidades y gustos, antes de dar cualquier paso debes analizar el mercado, viendo cuáles son las tendencias de consumo, qué productos y servicios se encuentran en alza y cuáles, por el contrario, se encuentran en caída. Este será el momento de negociación, ya que deberás ver si tus gustos y habilidades coinciden con lo que el mercado dicta. En caso de que eso no ocurra, deberás negociar algunos de tus gustos o esforzarte un poco más para que el mercado se abra a tus productos y servicios pese a que la tendencia diga lo contrario.

Capacítate de manera constante

Aprovecha todo el tiempo libre posible para leer, investigar y aprender cosas nuevas que te ayudarán a manejar tu propio emprendimiento. Así no solo te sentirás más seguro, sino que te evitarás una buena cantidad de los inevitables errores de principiante que pueden causarte dolores de cabeza. Además, Internet representa una gran ayuda para ello, ya que puedes acceder a una enorme cantidad de información de manera gratuita, ágil y sencilla. En esa dirección, portales como NecesidadesFinancieras.es resultan de vital importancia para muchos pequeños y medianos emprendimientos que nacen sin capital, ya que los ayuda a administrar de forma óptima los escasos recursos con los que se dispone.

No ignores el mundo online

Si cumpliste con eficacia el paso que implicaba analizar el mercado, habrás visto que la tendencia en el mundo de los negocios y nuevas empresas se dirige hacia el mundo online. Es algo que tiene sentido, claro, ya que las horas que pasamos delante de pantallas con conexión a Internet van en aumento, lo cual ha cambiado muchos de nuestros hábitos de consumo. Hoy en día, casi que no existen productos y servicios que no se consigan de manera online y a un precio más que conveniente. Si no posees un gran capital, enfocarte en el universo web puede ser una excelente opción y un primer paso hacia tu sueño, ya que los costos de mantenimiento y demás son mucho más bajos.

La paciencia es la clave de todo éxito

Uno de los errores más comunes a la hora de encarar nuestros propios emprendimientos es el de perder la paciencia. Ante cualquier demora o paso en falso, solemos creer que no nacimos para tener nuestra propia empresa y que todo pasado fue mejor, cuando en realidad fue ese mismo pasado de trabajo monótono el que nos puso en esta situación. Roma no se construyó en un día, reza el dicho popular, y el éxito mucho menos. Lo mejor que puedes hacer para tu bienestar mental y el de tu empresa, es tener paciencia. Si cumpliste con todos los pasos anteriores, entonces sabrás que los buenos resultados llegarán más pronto que tarde. No te dejes desanimar de manera tan rápida y encara los distintos desafíos sin ánimo de derrota. En el mundo del emprendimiento, tal como señalamos anteriormente, la actitud es clave.

Incursiona en los servicios derivados

No te quedes con una sola idea, ya que cualquier producto y servicio suele tener sus derivados, por lo que es una excelente oportunidad para fidelizar clientes y optimizar tus ganancias. De todas maneras, re recordamos ir dando pequeños pasos, ya que no te será fácil cubrir todos los servicios derivados de una vez, pero si ya lo tienes en mente, podrás ahorrarte bastante tiempo y tener tus objetivos bien claros.

Cómo evitar el fracaso temprano

Por último, no son pocas las empresas que fracasan con poco tiempo de vida. La clave, repetimos está en la paciencia y en no creer que todo es soplar y hacer botellas. Si no posees un gran capital, te recomendamos no abandonar tu trabajo inmediatamente, al igual que invertir de a pequeñas cantidades. Podrás creer que tardas más tiempo, pero en realidad estás construyendo una base sólida para tu crecimiento personal. Después de todo, si te apuras, es probable que todo se termine cayendo al primer viento negativo.


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