CIENCIA

¿Pueden los niveles de zinc predecir la gravedad de COVID-19?


El zinc es un oligoelemento que se encuentra naturalmente presente en ciertos alimentos y también está disponible en suplementos dietéticos. El cuerpo humano necesita zinc para mantener una variedad de funciones biológicas. Por ejemplo, cientos de enzimas requieren zinc para funcionar correctamente. También juega un papel en la síntesis de proteínas, la síntesis de ADN y la división celular, la cicatrización de heridas y la función inmunológica. El zinc posee un efecto antiinflamatorio y tiene actividad antiviral directa. Como resultado, la deficiencia de zinc puede reducir las respuestas inmunes tanto innatas como adaptativas.

En las personas con una infección viral, como el SARS-CoV-2, el sistema inmunológico innato es la respuesta de primera línea del cuerpo para evitar que el virus penetre y se replique antes de que el sistema inmunológico adaptativo desarrolle una protección dirigida. ¿Son los niveles de zinc un factor de riesgo? Las personas con una infección por SARS-CoV-2 tienen un amplio espectro de posibles resultados clínicos que van desde la enfermedad asintomática hasta la enfermedad grave. Comprender los factores de riesgo que determinan la gravedad de COVID-19 es crucial para desarrollar tratamientos efectivos en las primeras etapas. Esta necesidad llevó a médicos e investigadores del Hospital del Mar, el Instituto de Investigación Médica del Hospital del Mar y la Universidad Pompeu Fabra, todos en España, a investigar el efecto de los niveles de zinc en personas con COVID-19 grave sobre la progresión de la enfermedad y los resultados clínicos. Los científicos también examinaron el efecto de la suplementación con zinc para bloquear la replicación del SARS-CoV-2 en el laboratorio. El Dr. Robert Güerri-Fernández, médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar y uno de los autores del estudio, explica la justificación del estudio: “El zinc es un elemento esencial para mantener una variedad de procesos biológicos, y alterar sus niveles provoca una mayor susceptibilidad a las infecciones y una mayor respuesta inflamatoria. […] Los niveles de zinc y los suplementos de zinc pueden resultar herramientas útiles para abordar la crisis del COVID-19 ”. En el estudio, que aparece en la revista Nutrients, los investigadores analizaron datos de 249 adultos ingresados ​​en la unidad COVID-19 del hospital entre el 9 de marzo de 2020 y el 1 de abril de 2020. La edad promedio de los participantes fue de 65 años y 51 años. % eran hombres. En total, el 28% de los participantes requirió ingreso en la unidad de cuidados intensivos y el 9% murió mientras estaba en el hospital. 

Aproximadamente el 23% de los participantes tenían niveles bajos de zinc sérico al ingreso. Los participantes con niveles bajos de zinc tenían más probabilidades de experimentar COVID-19 grave y niveles elevados de marcadores inflamatorios (interleucina-6 y proteína C reactiva). Para los participantes con niveles saludables de zinc, el tiempo de recuperación fue aproximadamente tres veces menor que para aquellos con un nivel sérico bajo: 8 días versus 25 días, respectivamente. Los individuos con niveles bajos de zinc tuvieron una tasa de mortalidad significativamente mayor (21%) que los del grupo sano de zinc (5%). Después de ajustar las diferencias en la edad, el sexo, las comorbilidades y la gravedad de la enfermedad de los participantes, el estudio reveló una disminución significativa del 6% en la mortalidad con cada unidad de aumento de zinc sérico al ingreso.

En un experimento de laboratorio paralelo, los investigadores demostraron que el aumento de las concentraciones de zinc disminuyó la replicación del SARS-CoV-2 en cultivos celulares. El Dr. Güerri-Fernández explica la importante implicación de los resultados del estudio: “Hemos demostrado la importancia de los niveles de zinc en la sangre de los pacientes como un predictor adicional del resultado en COVID-19, así como su potencial como herramienta terapéutica para el tratamiento. » El estudio tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, es observacional, por lo que no es posible demostrar la causalidad. En otras palabras, los investigadores no pueden determinar a partir de los hallazgos si los niveles bajos de zinc aumentan el riesgo de COVID-19 grave o si el COVID-19 grave hace que el zinc se agote.

Además, el estudio es relativamente pequeño y todos los participantes provenían de un solo centro, lo que podría limitar la generalización del estudio. El Dr. Güerri-Fernández destaca la importancia del estudio y la necesidad de más trabajo: “Nosotros, por tanto, proponemos esta variable como un nuevo parámetro para predecir la evolución de los pacientes, y proponemos iniciar ensayos clínicos sobre la suplementación de zinc en pacientes con niveles bajos ingresados ​​por COVID-19 e implementar programas de administración de suplementos a grupos en riesgo de padecer niveles bajos de zinc para reducir los efectos de la pandemia «.


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