Qué restaurantes evitar según Sanidad
Cucarachas que caen del techo. Ratas corriendo por el comedor. Hormigas. Y pelos de ratas pegados a la pared. Esos son algunos de los hallazgos de una inspectora de Sanidad entrevistada por El Confidencial y que muestra una realidad de la que muy pocos son conscientes cuando entran un restaurante de nuestro país.
Cristina, como se hace llamar esta funcionaria que quiere permanecer en el anonimato, tiene muy claro donde no hay que entrar jamás: “Restaurantes chinos, kebabs y los españoles cutres”.
Sobre los asiáticos, Cristina recuerda una de las peores anécdotas jamás vivida por ella: cuando un empleado tosió sobre un alimento, expectoró un moco y lo único que hizo fue limpiarlo de manera superficial: ni se pensó el tirar el ingrediente. “Si eso lo hace delante de mí, ¡qué no hará detrás!”, asegura.
Respecto a la lista de infracciones que ha tenido que imponer a lo largo de su carrera profesional, la inspectora asegura que los problemas abundan en los restaurantes extranjeros: con la excusa de no entender el idioma, se saltan normas básicas como la de lavarse las manos, respetar la cadena de frío, almacenan comida en lugares insalubres o incluso cocinan con infiernillos. Y por supuesto, trabajan en lugares en los que la higiene brilla por su ausencia.
Cristina asegura que una de los principales faltas siempre es cometida por los hombres: es la de los camareros o cocineros que salen del baño sin lavarse las manos. Como advierte, puede que alguno de ellos tenga una enfermedad venérea y termine cortando el pan de un cliente.
La funcionaria también hace una serie de recomendaciones a todos los ciudadanos. Su principal consejo es que nadie entre en un establecimiento que suela estar vacío. Respecto al alimento más peligroso, señala que son los huevos, por lo que recomienda evitar todas las comidas que lleven este ingrediente, sobre todo si se piden en un lugar ‘sospechoso’.
Otra de sus recomendaciones es la de evitar todos los platos que lleven salsa, especialmente las carnes o los pescados, ya que este recurso suele servir para enmascarar los malos sabores o el mal estado.
Por último, en el artículo se asegura que todas estas situaciones de pesadilla se dan en bares de muy mala reputación, y no suelen verse en los establecimientos con renombre o que suelen ser populares. : “Es muy difícil que un sitio con categoría haga estas cosas. No hace falta que tenga dos estrellas Michelin, hablo de cualquier restaurante que se precie de menú de 12 euros”, asegura.
Fuente: Agencias