Isaac Asimov, el Padre de la Robótica (y III)
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Asimov tiene en su haber más de 500 libros para lectores jóvenes y adultos que, además de la ciencia-ficción y la divulgación científica, abarcan temas de misterio, humor, historia e incluso varios volúmenes sobre la Biblia y William Shakespeare.
En 1950 publica su primer libro, Pebble in the Sky (Piedra en el cielo), al que sigue, ese mismo año, I, robot (Yo, robot), donde introduce también las Leyes de la Robótica. Al año siguiente se inicia la serie de libros La Fundación, titulada en un principio El plan de los 1000 años: Fundación,Fundación e Imperio, y Segunda Fundación (1951-53) que relata la caída y el resurgir de un imperio galáctico futurista, con la que consiguió en 1966 el Premio Hugo a la mejor serie de Ciencia Ficción y un Premio Hugo especial (en 1963) por sus artículos en The Magazine of Fantasy and Science Fiction. El premio lleva el nombre de Hugo Gernsback, fundador de la revista pionera Amazing Stories y que se otorga cada año en la Convención Mundial de Ciencia Ficción.
En 1971 reunió el Club Dutch Treat, quienes se reunían para almorzar cada martes en el Hotel Regency. También fue Vicepresidente honorario de la organización Mensa hasta su muerte, aunque hubo un corto espacio de tiempo en el que dejó de ser miembro debido a que algunos de ellos pusieron en duda su nivel de inteligencia.
En 1972 recibió el Premio James T. Grady a la mejor labor divulgación científica por Introducción a la Ciencia.
En 1977 le fueron otorgados dos premios: Premio Hugo por Anochecer y Premio Nébula por El Hombre del Bicentenario a la mejor novela corta. En 1983 volvió a repetir con sendos premios gracias a Los límites de la Fundación, a la mejor novela.
En 1986 conseguiría la distinción de Gran Maestro Nébula, el más prestigioso de cuantos galardones se conceden a los escritores de ciencia-ficción.
En total las obras de Asimov recopilaron un total de 41 premios Hugo y 24 Nébulas y también obtuvo los reconocimientos World Fantasy,Theodore Sturgeon y Homer, entre otros.
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CURIOSIDADES
Como vemos Asimov se tomaba el oficio de escribir muy en serio. Trabajaba 8 horas al día 7 días a la semana de una manera implacable. No descansaba ningún festivo o fines de semana, y su horario era inmutable. Su media es asombrosa: 90 palabras por minuto, 35 páginas por día y cerca de 10 libros por año. Además tenía una serie de manías: no le gustaba revisar más de una vez sus escritos porque creía que era una pérdida de tiempo, tenía miedo a las alturas y un pánico tremendo a volar; sin embargo, Asimov era claustrofílico, esto es, le apasionaban los lugares pequeños y cerrados. Así que lo habitual para él era trabajar en despachos pequeños, sin ventanas y siempre con iluminación artificial.
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¿RELIGIÓN?
Asimov no tenía ninguna creencia religiosa. Nunca creyó en Dios o en la vida después de la muerte. Se consideró un Humanista y un Racionalista, donde ni lo bueno ni lo malo es producido por seres sobrenaturales, y por tanto, la solución a los problemas se encuentra en los propios seres humanos. De hecho, en 1985 se convirtió en Presidente de la Asociación Humanista Americana, puesto que ocupó hasta su muerte.
Isaac Asimov murió el 6 de abril de 1992 a causa de SIDA. La enfermedad la contrajo después de que le efectuaran una transfusión de sangre tras someterse a una cirugía cardíaca (un triple bypass). Gracias a la transfusión pudo superar la angina de pecho que sufría pero se contagió del virus mortal. Era el año 1983. Esta noticia tardó mucho tiempo en salir a la luz puesto que todos lo mantuvieron en secreto. El temor al prejuicio y rechazo de la sociedad ante esta enfermedad, provocó su silencio, según afirmó la viuda de Asimov.
Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas esparcidas, según reza en Find a Grave.
Además de publicar libros, nuestro fantástico escritor también encaminó sus pasos en la creación de una revista scifi que nos recordaba sus comienzos: en 1977 nace la publicación Isaac Asimov’s Science Fiction Magazine, revista que en 1992 cambiaría de nombre como tributo a Asimov tras su muerte, pasando a llamarse Asimov ‘s Science Fiction, nombre con el que continúa actualmente y de la que se venden ejemplares también en español a través de Asimov Ciencia Ficción.
Pese a ser un autor de mucho éxito, también tuvo fracasos y quizá el mayor de ellos fue la revista Asimov’s SF Adventure Magazine. Esta publicación nació en el año 1978 y únicamente sacó a la luz un número de la revista antes de ser retirada.
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INSPIRACIÓN PARA EL CINE
Por último, la originalidad y atractivo de sus narraciones con un estilo directo, sencillo y con toque de humor, han servido para alimentar el séptimo arte, siendo numerosas las novelas de Asimov que han sido llevadas al cine. Pudimos ver en la gran pantalla «El hombre bicentenario» basada en la novela del mismo título y protagonizada por el actor Robin Willians, o la que es un poco más actual Yo, Robot, protagonizada por el actor Will Smith, aunque esta última no está basada en el libro, sino solo relacionada con su temática, ya que la base de la película la encontramos en una adaptación publicada en 1994 en la que Asimov colaboró estrechamente con Harlan Ellison, escritor de relatos de ciencia ficción y novelas, participante del guión de la serie original de Star Trek o consultor scifi de la serie de tv Babylon 5.
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Su eco en la pequeña o gran pantalla no acaba aquí. Podríamos citar su presencia en en El robot embustero en 1966 como autor de la historia, en Star Trek: The motion picture en 1979 como consultor científico), o The android affair, una historia cifi para televisión que se emitió en 1995. Como hemos comentado su última aportación póstuma a la gran pantalla fue la película Yo, robot, y dada la sencillez y el estilo divulgativo característicos de Asimov es muy probable que no tardemos en poder acudir a nuestros cines para ver alguna que otra adaptación de entre una de las más de 500 obras de este genial escritor.
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