Robótica

Isaac Asimov, el Padre de la Robótica (II)


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Entre 1940 y 1941 publica “Anochecer”, un relato escrito conjuntamente con Robert Silverberg y cuyo argumento fue sugerido por John W. Campbel. Poco después surgirían sus famosas Leyes de la Robótica con el comienzo de sus Relatos de Robots:

LEYES DE LA ROBÓTICA

  1.  Un robot no puede dañar a un ser humano ni, por inacción, permitir que éste sea dañado.
  2.  Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos excepto cuando estas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

 

Asimov explicaba que las Tres Leyes fueron creadas por John W. Campbell en una conversación que mantuvieron ambos el 23 de diciembre de 1940.

No obstante Campbell a su vez, explicaba que él las extrajo de algunos relatos de Asimov y de varias conversaciones llevadas a cabo entre ambos, y que su único papel había sido únicamente el de redactarlas, dándole todo el mérito a su colega Asimov.

 

SIN PARAR DE ESCRIBIR

En tres años escribió una treintena de relatos (una frenética labor literaria), la gran mayoría sobre robots, por supuesto, donde ya vemos aparecer los primeros personajes vitales dentro de su trayectoria, como la robopsicóloga Susan Calvin que apareció por primera vez en el cuento “Embustero” publicado en 1940.

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Pero no todo es escribir en la vida. Asimov también tuvo tiempo de enamorarse. Conoció a la que posteriormente se convirtió en su esposa, Gertrude Blugerman, en una cita a ciegas precisamente en el día de los Enamorados (San Valentín 1942). Poco tiempo tardaron en decidirse. A los seis meses contrajeron matrimonio, durante el cual tuvieron dos hijos: David (1951) y Robyn Joan (1955). Sin embargo el talante de Asimov provocó su separación en 1970 y su posterior divorcio legal en 1973. Pero antes de divorciarse Asimov ya había ocupado su corazón con otra mujer: la doctora Janet Opal (Jeppson) a quien conoció casualmente el 2 de septiembre de 1956, con motivo de una firma de autógrafos. Janet e Isaac se casaron el 30 de noviembre de 1973. No tuvieron hijos.

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TIEMPOS REVUELTOS

Pero retrocedamos de nuevo. Andábamos inmersos en los años 40. Eran tiempos convulsos con la II Guerra Mundial de por medio, y Asimov como tantos otros jóvenes, tuvo que abandonar su tierra (1941) comenzando a trabajar para la Marina estadounidense en unos laboratorios de Filadelfia, donde permanecería hasta el final de la II Guerra Mundial.

Afortunadamente volvió sano y salvo para doctorarse en Bioquímica, esta vez por la Universidad de Boston. Corría el año 1948. Al año siguiente se integra como profesor auxiliar de la misma universidad, labor que desarrollaría durante casi 10 años. Precisamente aquí comienza un antes y un después en la vida de Asimov.

Después de dejar por completo la docencia, pudo volcarse exclusivamente en la pasión que le guió toda su vida: escribir. El 1 de julio de 1958 fue despedido, según sus palabras, “por escoger ser un excelente disertante y escritor científico, en lugar de un investigador meramente mediocre”.

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(Continuará la semana que viene...)

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